Los candidatos estuvieron por última vez cara a cara. Massa protagonizó el primer bloque: sorprendió a Milei con un interrogatorio sobre sus proyectos más polémicos, y lo forzó a confirmar que cerrará el Banco Central y dolarizar la economía. En el segundo bloque se repartieron la iniciativa: se alejaron de los ejes y hubo denuncias cruzadas y acusaciones sobre las jubilaciones y la relación con los empresarios. Hubo coincidencias sobre la inseguridad y la inflación fue el gran tema ausente.
Dentro de un intenso debate, Massa logró conectar con mayor claridad los conceptos de sus propuestas, a fin de diferenciarlas de las posturas tomadas por su contendiente. Así, el ministro de Economía eligió una estrategia de entrevista, donde llevó a que Milei use su tiempo para aclarar contradicciones y no logre hacer propuestas concretas, dejando bastante en claro, el porqué de la insistencia en tener papeles ayuda memoria en los atriles.
Al candidato libertario, Javier Milei, se lo vio tranquilo pero poco efectivo. Contradictorio y con varios tropiezos, no logró tomar el liderazgo de la conversación.