El Senado de Uruguay aprobó este jueves el proyecto gubernamental de reforma del sistema previsional, una formalidad que se daba por descontado y que implica cambios profundos en el sistema de jubilaciones, rechazados por la oposición y los sindicatos, muy debatidos aún dentro de la alianza oficialista y elogiado por el presidente Luis Lacalle Pou, que lo consideró un texto “con sensibilidad social”.
La nueva ley amplía la edad de jubilación de los 60 hasta los 65 años, en una escala vinculada con la fecha de nacimiento, dispone un tratamiento especial que incrementa los beneficios a familias que incluyan hijos con discapacidad, permite a las personas jubiladas mantener un empleo y dispone de un “suplemento solidario” para los haberes más bajos, entre otros puntos.
“Esta reforma va a perdurar en el tiempo, porque es justa y solidaria”, insistió Lacalle Pou en un mensaje grabado que subió a las redes sociales apenas minutos después de la votación del Senado.