El presidente Alberto Fernández le pidió al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que «no utilice al pueblo» de esa provincia como «banco de prueba de represión y saqueo que determinados sectores políticos pretenden llevar adelante», a la vez que anunció que instruyó al Ministerio de Justicia para que «analice y eventualmente promueva las acciones de inconstitucionalidad de los artículos de la reforma» de la Carta Magna en el distrito norteño.
Además, lo instó «de forma definitiva» a «cumplir con los estándares internacionales en materia de derechos humanos», al advertir que «es nuestro pueblo y es el mundo los que le exigen que se termine la violencia estatal» en esa provincia.