Enzo Fernández se convirtió en el día de ayer en el futbolista argentino más caro de la historia. Chelsea, de Inglaterra, pagará los 120 millones de euros de su cláusula de rescisión: el ex River firmará un contrato hasta 2030. El futbolista se hará la revisión médica en Portugal y dejará Benfica luego de solo seis meses. La venta fue confirmada por Fabrizio Romano, uno de los cronistas más leidos en el mundo futbolero.
La negociación se destrabó luego de que los ingleses aceptaran hacer el pago en menos de seis cuotas, como habían ofertado en un primer momento.
River recibirá 30 millones de euros. Esa cifra, sumada a los 10 millones que percibió en agosto más otros 4 por objetivos cumplidos y una cifra similar por mecanismo de solidaridad eleva el valor de Fernández hasta los 48 millones de euros, cifra nunca antes alcanzada por un club argentino.
Gran parte de ese dinero (no hará falta destinarlo a la megaobra del Monumental, que ya está prácticamente cubierta al poder autofinanciarla con ingresos genuinos) River podrá utilizarlo para reinvertirlo en el fútbol. Tanto en sus divisiones inferiores como en jerarquizar aún más su plantel a partir de junio y tener un buen plafón económico para aumentar las arcas y sostener el sueño de contar con el regreso de más figuras que surgieron de su cantera o de un campeón del mundo como Nicolás Otamendi.