En homenaje a José “Pepe” Podestá, cada 6 de octubre se festeja el Día Nacional del Circo.
José Podestá, nacido en 1858 en Montevideo, Uruguay, y personaje central para la historia del circo y teatro nacional, fue un acróbata y actor. Por un lado, creó a su personaje “Pepino el 88”, payaso modelo del cómico rioplatense que fusionaba la figura del payaso con la del payador, cantando canciones rimadas sobre temas nacionales de actualidad e incorporando la crítica social desde el humor. Por otro lado, fue el creador de lo que hoy llamamos «circo criollo»: un modelo de espectáculo circense original surgido en el país a fines del siglo XIX.
El circo criollo está basado en la unión, en un mismo espectáculo, de diversas técnicas circenses –malabares, acrobacias, habilidades ecuestres, parodias– presentadas en una primera parte, junto a una segunda en la que se exhiben piezas teatrales de género gauchesco.
Los recursos expresivos utilizados en las actuaciones de este género artístico popular implicaron una fuerte apuesta al realismo de las escenas. Esta modalidad de performance de primera y segunda parte fue tan exitosa que la mayoría de los circos la adoptaron, recorriendo los lugares más recónditos de nuestro país con diversas obras de géneros gauchescos.
Muchos de estos artistas se nutrieron de aquellas modalidades iniciadas por Podestá, continuadas por generaciones de cirqueros y cirqueras, entre las que se destacan los Hermanos Jorge y Oscar Videla, personalidades destacadas de la cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 2018, por su labor de más de 30 años al frente de la Escuela de Circo Criollo, primera escuela de circo del país y pionera en Latinoamérica.