Científicos del IMiBio descubrieron una gran riqueza florística de alta conservación en Iguazú. Contabilizaron y midieron 122 árboles nativos en un espacio donde no hallaron especies exóticas. Este hecho marca un precedente en la región, en un contexto donde la naturaleza enfrenta amenazas en el mundo.
En base a estudios sobre la superficie de la parcela permanente de investigación, que el IMiBio tiene sobre el área protegida, revelaron que el sitio cuenta con una gran conservación florística. Entre las más frecuentes se encuentra el aguaí, que posee propiedades nutricionales y medicinales.