Ucrania negó haber estado detrás del atentado con explosivos del año pasado contra los gasoductos ruso-alemanes Nord Stream, y Rusia, que sospecha de Estados Unidos, dijo no creer en nuevos informes de prensa que afirman que el ataque fue cometido por un grupo proucraniano en represalia por la invasión rusa de Ucrania.
En Ucrania, en tanto, en su tercera visita al país desde el comienzo de la invasión, el secretario general de la ONU, António Guterres, dijo que es «crucial» prorrogar el acuerdo sobre las exportaciones de cereales ucranianos alcanzado con Rusia el año pasado, que es vital para el suministro mundial de alimentos y expira el 18 de marzo.
Los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que llevan gas ruso y corren por debajo del mar Báltico desde Siberia a Alemania, están en el centro de tensiones geopolíticas desde que Rusia redujo el suministro de gas a Europa, en una aparente represalia contra las sanciones occidentales tras la invasión de Ucrania iniciada en febrero de 2022.