Se confirmó que la huella en el rostro de Fernando es de Máximo Thomsen

«Se contrastó la huella del pie y pertenece al ciudadano Máximo Thomsen», confirmó en su declaración ante el tribunal Haydeé Almirón, perito de la Policía Federal que realizó el estudio comparativo entre los calzados de los ocho acusados y los rastros que quedaron en el rostro de Fernando Báez Sosa.

Almirón indicó que la única impronta de las patadas que pudo ser detectada fue la de Thomsen y aseguró que «no había posibilidad de error» en ese análisis.

La zapatilla marca Cyclone es negra, de puntera y bordes blancos. Allí tiene rastros de sangre y, en la suela, un diseño de «zigzag». La impronta ubicada en el maxilar inferior izquierdo del rostro de Fernando tiene esa misma característica. «Es un rastro suficiente, apto para cotejo», explica ante el tribunal Almirón.

La mujer precisa que la impronta es de 6,5 centímetros de largo por 2 de ancho y que tiene «una serie de doce líneas en zigzag y una línea curvada por debajo». «Se contrastó la huella y pertenece al ciudadano Máximo Thomsen», confirma.

Antes de Almirón prestó declaración María Eugenia Cariac, de la Policía Científica Bonaerense. Ella realizó el primer peritaje a las zapatillas en las horas posteriores al crimen. «Se nos requirió un estudio scopométrico de comparación entre la impronta y el calzado. En ese momento no era adecuado porque las zapatillas tenían rastros biológicos y para poder hacer el peritaje íbamos a tener que entintar las suelas», explicó.