En un estudio reciente publicado por la revista Current Biology, revelaron que relación hay entre el cansancio físico y el esfuerzo mental.
Según dicho trabajo, la razón por la que las personas pueden sentirse físicamente agotadas luego de una ardua jornada que conllevó esfuerzo mental, se debe a una sustancia química tóxica en el cerebro, la cual se acumula luego de haber permanecido activo por largos periodos de tiempo sin descanso.
Según el doctor Mathias Pessiglione, quien dirigió dicho estudio, la fatiga es una “especie de ilusión” que nuestro cerebro prepara para que pongamos una pausa a lo que estamos realizando y nos volquemos a una actividad más gratificante.
Todo esto funciona de esta manera ya que nuestro organismo busca preservar la integridad del funcionamiento cerebral, dado que el agotamiento mental genera falta de motivación y perdida de capacidad de concentración.
Para lograr dichos resultados, en el estudio se utilizó la espectroscopia de resonancia magnética (MRS) con el fin de monitorizar la química cerebral a lo largo de una jornada completa de trabajo con dos grupos de participantes separados en tareas sencillas, por un lado, y por el otro, trabajos más arduos.
El objetivo de estudios como estos es el de proporcionar nuevos métodos de detección de fatiga mental severa y que esto pueda ser trabajado con agendas de trabajo que busquen evitar dicho agotamiento.